¡Cómo mantener la belleza eterna de las pieles maduras! Hablemos del skincare +40

¡Cómo mantener la belleza eterna de las pieles maduras!  Hablemos del skincare +40

Siempre estamos hablando de la importancia de cuidar nuestro rostro desde muy jóvenes para llegar a la edad adulta con una piel tersa que no sufre tanto el paso del tiempo. Pero… ¿Cuándo se habla sobre los cuidados para la piel madura? ¿Es que acaso las mamás, e incluso, las abuelas no pueden o deber cuidar su piel? En víspera del día de las madres vamos a tocar ese tema tan importante y tan poco hablado. Este es el momento perfecto para recordarles a todas las mamitas lo preciosas que son, tanto por dentro como por fuera, y qué mejor manera de hacerlo, que cuidando su piel y enseñándoles cómo hacerlo, ya que, al final del día, su rostro es el lienzo que refleja su belleza y experiencia.


Sabemos que a partir de los 35 y 40 años es donde la piel comienza a mostrar los rastros del paso del tiempo, comenzamos a perder grasa facial que vuelve nuestros músculos flácidos y ligeros. Esto, en últimas instancias, es lo que causa las arrugas y la apariencia envejecida. Muchas madres no supieron cuidar su piel o no tuvieron la oportunidad de hacerlo cuando fueron jóvenes, pero eso no es impedimento para que no lo hagan en esta etapa de su vida. 


Es por eso que en este blog queremos darte algunos pasos y consejos para que, si eres madre, aprendas a cuidar tu piel para que luzcas radiante y frenes el paso de los años y envejecimiento prematuro. Y si eres una hija, para que te tomes el tiempo de enseñarle a mamá la importancia y la necesidad del cuidado diario de la piel. ¡Es una excusa perfecta para pasar tiempo de calidad juntas! Así que manos a la obra… 


  1. Conoce la piel madura a tratar: antes de comenzar cualquier rutina de cuidado de la piel madura, es fundamental comprender las necesidades específicas de esta. Con el tiempo, como lo mencionamos al principio, se tiende a perder elasticidad y firmeza. Se vuelve más propensa a la resequedad y puede mostrar signos de líneas finas y arrugas. Es esencial elegir productos formulados para abordar estos problemas y restaurar la luminosidad juvenil.

  1. Hidrata a fondo: uno de los pilares fundamentales del cuidado de la piel madura es la hidratación adecuada. Se recomienda utilizar concentrados o serums ricos en ingredientes hidratantes como ácido hialurónico, ceramidas y aceites naturales, que ayudan a reponer la humedad perdida y a restaurar la barrera cutánea.

  1. Protege tu piel del sol todos los días: ¡Este es un paso muy importante para la piel madura! La exposición al sol es una de las principales causas del envejecimiento prematuro de la piel, por lo que es crucial aplicar un protector solar de amplio espectro todos los días, incluso en días nublados o si no sales de casa. Esto ayuda a prevenir la formación de arrugas, manchas solares y otros signos de daño solar. ¡Con seis meses de uso constante de bloqueador solar podrás evitar un envejecimiento de la piel hasta de 10 años! 

  1. La limpieza suave es necesaria: no importa si la piel es joven o madura, todos necesitamos limpiarla y quitar todos los residuos y asperezas que adquirimos durante el día. Es importante elegir productos suaves que no irriten ni resequen la piel. Opta por limpiadores con ingredientes calmantes como la caléndula o el aloe vera, que eliminarán las impurezas sin comprometer la hidratación natural de la piel.

  1. Nutre desde adentro: además de cuidar la piel externamente, no olvides la importancia de una alimentación equilibrada y rica en antioxidantes. Frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables ayudarán a mantener la piel radiante y saludable desde adentro hacia afuera. Además de ser alimentos que te ayudarán a reforzar tu salud a nivel general. 

  1. No te olvides de los compuestos dermatológicos: aquí entra la vitamina C, el retinol, el ácido salicílico, los AHA y los BHA, que son ingredientes esenciales para que la piel comience a tener cambios significativos en sus capas más profundas. Estos componentes aumentan la velocidad del ciclo de renovación de las células y desincrustan células muertas, algunos promueven la descamación y dan paso a una piel más uniforme y renovada. Es decir, actúan como exfoliantes. Otros, por su parte, hidratan y combaten las manchas y líneas de expresión. 

Y así es como siguiendo estos seis pasos, logramos que la piel madura esté resplandeciente y firme, disminuyendo así el paso de los años y manteniéndola linda y con un brillo juvenil. Todas las mamás merecen gozar de una piel sana, tanto la de su rostro como la del resto de su cuerpo. Recuerda que la piel es el órgano más grande que tenemos, por lo que demanda cuidado constante y atención. ¡Qué felicidad es llegar a las 40 con una piel radiante! Y qué alegría que nuestras mamitas se cuiden tanto como nosotras, sus hijas. Recordemos que antes de ser madres fueron mujeres, y nunca dejarán de serlo. Acompañémoslas en este viaje de cuidado facial que sabemos que quieren y necesitan. ¡Feliz día a todas las mamitas! ¡Nos vemos en el próximo blog!

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